En La Alta Guajira Banda criminal asaltó comisión de Mininterior y de Minjusticia
funcionarios fueron despojados del carro y obligados a caminar muchas horas
Los tres hombres que habían llegado de la ciudad de Bogotá con el objeto de socializar algunas disposiciones administrativas que protegen los intereses de la comunidad indígena, no pensaron que los uniformados que veían delante suyo haciendo señas para que se detuvieran, pretendían hacerles daños, pero luego de varios minutos se dieron cuenta que estaban completamente equivocados, pues habían caído en manos de un reten ilegal, en medio de la Alta Guajira y con muy pocas probabilidades de ser auxiliados por las autoridades.
Según el relato que hicieron a su retorno a la ciudad, a ellos les quedó bien claro de que se trata de una de las ahora llamadas bandas criminales, en esta caso de la que tiene pleno dominio sobre la Alta Guajira, hasta el punto de que en más de una ocasión las mismas autoridades les han dicho a los civiles que no se responsabilizan por su seguridad si osan llegar varios sectores de esta zona septentrional. Uno de esos ejemplos se tiene con los representantes del rally de motos y carros a quienes les dijeron que no había garantías para hacer pruebas deportivas en esa área.
La de la semana anterior se trató de una comisión compuesta por los señores Oscar Bocanegra, del Ministerio de Hacienda y Guillermo Granado y Oscar Díaz, quienes prestan sus servicios al Ministerio del Interior y Justicia, en la dirección de Asuntos Indígenas.
Los tres funcionarios habían llegado desde el domingo 5 de septiembre y desde entonces se dispusieron a realizar los contactos para lograr el acompañamiento de la gobernación, el de la Alcaldía de Uribia y el de las autoridades para garantizar la seguridad. Según su narración, ninguna de las instituciones, los proveyó de lo requerido y debieron, sólo con unos guías y representantes de la comunidad, aventurarse hasta Puerto Estrella, en donde estarían socializando las sentencias de la Corte Constitucional T025 y el Auto 004, también de esa Corporación, en donde se le hace un reconocimiento a los pueblos indígenas y sus derechos a la educación y salud, entre otros, además de los derechos que tienen por ser uno de los 35 pueblos indígenas en estado de vulnerabilidad y a punto de desaparecer que se encuentran en Colombia, por efecto del abandono estatal y por la violencia desatada por grupos paramilitares y hoy conocidos como bandas criminales.
El incumplimiento del Estado
De acuerdo con las informaciones suministradas por voceros de la comunidad indígena beneficiaria de la decisión de Corte Constitucional, a ellos por mandato de ley debieron construirles obras de infraestructura social por un monto superior a los $1.500 millones, en donde $500 millones debían ser aportados por la Alcaldía de Uribia por transferencia a resguardos, 500 más por parte de la Gobernación y una cifra superior por parte del Ministerio del Interior y el de Justicia. A juicio de voceros de estas comunidades, las obras se han cumplido en casi un cien por ciento, pero la obligación de ahora y que motivó el traslado de la comisión con los resultados descritos, es que las autoridades nacionales y locales deben socializar las disposiciones administrativas que obligan a nación, municipio y Departamento a desarrollarles obras sociales por las trasferencias y por la condición de desplazamiento y vulnerabilidad en la que se encuentran.
Los asaltos ya están en Bogotá
Los tres funcionarios que pasaron el trago amargo del asalto por los miembros de la banda delincuencial, regresaron a Riohacha, luego de caminar muchas horas cuando fueron despojados del automotor una Toyota tipo Copetrana, al igual que sus teléfonos personal y otros bienes. Sus críticas fueron por la falta de acompañamiento de las autoridades administrativas, Gobernación y alcaldía de Uribia, aunque reconocieron que en las horas de la madrugada del jueves, fueron rescatados por un camión del Ejército nacional que no saben cómo se enteró, ni como hicieron para ubicarlos en medio del desierto. Lo importante para ellos es que se encuentran ya en Bogotá sanos y salvo.
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