Alcalde de Riohacha prometió ayuda a hombre que trató de suicidarse desde una torre.
Es el padre de dos menores que murieron quemadas hace más de un año
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Un verdadero drama social se ha tejido detrás de lo que gran parte de una comunidad, muchos de ellos desadaptados y otros alimentados por un morbo y una ignorancia absoluta, pretendían presentar como un espectáculo circense, cuando un hombre amenazaba con tirarse de una altura cercana a los 50 metros.
Se trataba del intento de suicidio que desde la torre 018 de un fracasado proyecto de interconexión eléctrica, protagonizó el ciudadano Manuel Castro Gutiérrez. Un hombre cuyo nombre se hizo tristemente popular, por ser el padre de las niñas Darly y Danerys, de tres y dos años de edad, cuyos cuerpos fueron literalmente achicharrados por un incendio que ocurrió en su humilde vivienda del barrio conocido como los Cambuches, en la periferia de Riohacha.
Ese día, hace ya más de 18 meses, las dos menores se encontraban solas en su cambuche y por un aparente cortocircuito ante la precariedad de las acometidas y Los mismos alambres de conducción, se presentó un incendio que no dio oportunidad para que los vecinos pudieran sacar a las niñas, ya que sus padres, Manuel y Sandra Berrío, no se encontraban en casa.
Desde ese momento, los dos padres recibieron toda la solidaridad de la comunidad, principalmente sus vecinos del barrio. El día del doble sepelio hubo protestas en contra de la empresa Electricaribe. Los voceros de la firma española dicen que ellos no son responsables de redes y menos en zonas subnormales y eso es la responsabilidad de las alcaldías.
La solidaridad fue completa, incluso el alcalde de Riohacha, Jaider Curiel Choles, le prometió cooperar con la solución de su vivienda, según narración de Castro.
Las promesas nunca se materializaron
Las promesas que muchas personas e instituciones hicieron al padre de las niñas quemadas nunca se materializaron, tampoco hubo una eficaz ayuda sicológica y junto a su mujer Sandra Berrío y los hijos que le sobrevivieron, siguen en indignas condiciones en un cambuche.
Muchas de las personas que la noche del lunes lo alentaban en coros para que se lanzara al vació. Muy probablemente desconocían toda esta tragedia o muy seguramente no tienen hijos y si los tienen nunca lo han visto inmersos en problemas o quizás nunca los han visto irse al colegio sin desayuno o sin merienda. Lo de este hombre y su familia, es una verdadera tragedia. La diferencia entre los espectadores del Circo Romano y los “espectadores” que la noche del lunes gritaban en corro. ¡Que se tire, que se tire¡ realmente es ninguna. La reflexión es que parece que la bestia no eran precisamente los leones.
Fue convencido para que bajara
Después de agotar muchas fórmulas por parte de los voluntarios de la Defensa Civil que subieron a la torre y estuvieron por varias horas a su lado, Castro decidió bajar y se reunió por muchos minutos con el alcalde Jaider Curiel en su despacho, quien aparentemente le ha prometido una ayuda ahora eficaz y efectiva, para que este hombre que también es enfermo de epilepsia, pueda ver un mejor panorama para su familia.
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