Pelechua y Puente Bomba, acorralados por la miseria y el Río Tapias
Esta gráfica recoge varias familias que fueron sacadas
de sus humildes chozas por la creciente del río
El río sacó de sus casas a más de 350 familias
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Son cientos de familias, unas guajiras y otras llegadas de diferentes departamentos, las que se encuentran padeciendo por esta emergencia que les ha causado el crudo invierno que se aclimató en la península y que no la quiera abandonar pese a los ruegos y oraciones de los afectados por la inusual temporada.
Lo más crítico de la temporada se acaba de presentar en los poblados Pelechua, Puente Bomba y las Flores. Los dos primeros a unos 15 minutos de la capital Riohacha y el tercero a unos 25 minutos de la misma ciudad.
En Pelechua y Puente Bomba se encuentran afectadas 361 familias las cuales perdieron ropa y otros elementos por la inundación producida por el río Tapias, el cual cruza por la zona sur de los dos caseríos para luego pasar por debajo de la carretera Troncal del Caribe y enrumbarse al mar del mismo nombre, en donde descarga lo último de la furia que viene regando desde la Sierra nevada de Santa Marta. A su paso fortalece la ya existente miseria existente y siembra desalación por los efectos de la creciente.
La noche del viernes el Tapias no pudo permanecer en su cauce y se vino para las calles, los patios y hasta las salas y cuartos de quienes residen en estas localidades pertenecientes al municipio de Riohacha. La fragilidad de las humildes viviendas, también hizo que el agua en cuestión de minutos acabara con lo que ellos habían tenido como casa de residencia, el barro de las paredes se derrumbó como nieve al contacto con el agua y por los efectos dela fricción de la corriente. Muchas de esas casas quedaron sin paredes y otras se vinieron a tierra.
Una de esas familias es la de Teresa una mujer que trabaja en el pueblo, pero no tiene un lugar donde guarecerse pues no cuenta con familia en Pelechua ni puente bomba, la noche del domingo y lo que va corrido de la presente semana le ha tocado bajo un árbol de trupillo que se encuentra a un lado de la carretera, allí están sus pequeños hijos que pidieron a través de este medio se le hiciera un llamado al alcalde para que no permita que sigan durmiendo a la intemperie y se les conduzca a un albergue en condiciones dignas.
Como ellos, otras dos o tres familias han salido y esperan cooperación de la Alcaldía.
No hay un sitio para albergar
El coordinador de socorro de la Cruz Roja Guajira, José Zúñiga, dijo en diálogo con este medio periodístico que se presenta un grave problema y es que en estos dos pequeños pueblos no hay donde albergar y los afectados por su vinculación laboral con el entorno, no quieren salir muy lejos।
“Ya es llevamos un poco más de ocho toneladas de alimentos, ropas y elementos de aseo desde la misma noche en la que entraron en emergencia y estamos dispuestos seguir cooperando, ya tenemos levantado un censo de 361 familias en los dos pueblos de Riohacha que suman 932 niños, también tenemos 171 familias afectadas en la población Las Flores del municipio de Dibulla, las cuales estamos atendiendo con la misma prontitud”, dijo.
Por qué se metió el río al pueblo?
Las opiniones se encuentran divididas. Mientras unos opinen que contra la fuerza de la naturaleza no hay nada posible, otros son del criterio de que no es algo diferente a las consecuencias de un mal manejo por parte de los profesionales de la ingeniería que contrataron los jarillones para el Río Tapias por orden de la empresa Daabom, una firma especializada en la siembra y la comercialización del banano, la cual ya lleva un par de años en territorio guajiro. Dicen que el agua entró pero no pudo salir porque los jarillones construidos son muy altos y el agua en busca de salida inundó el pueblo.
Habitantes de Pelechua dijeron a este redacción que desde el sábado cuentan con una autorización escrita por parte de los ejecutivos dela firma en donde se les da autorización para derribar parte del jarillon y permitir la salida del agua, con lo cual se podría estar dando la razón a una eventual error de diseño o construcción de la obra.
Unos más apegados al terreño dicen que es el problema fue desde que se descapotó la orilla del río, hasta por unos tres kilómetros de los cuales nadie dijo nada sino cuando ya la empresa había producido el hecho y solo le impusieron multas simbólicas comparadas con el daño causado.
Unos pocos afirman que es el costo por la llegada de una empresa que genera empleo y recursos para la subsistencia. Lo uno u otro, es que hoy la gente está en emergencia y hasta el día lunes únicamente se había tenido la presencia del Personero de Riohacha y La Cruz Roja. La alcaldía no estuvo y los representantes de la firma Daabom, tampoco llegaron aunque residentes indican que un pequeño helicóptero que circundó las extensiones de banano podría ser la empresa para enterarse de los daños causados solo a las plantaciones, sin que por tierra se interesaran por la suerte de sus trabajadores.
Los comités de emergencia no operan
Una de las realidades que afloran cada vez que se presentan estas emergencias en cualquier lugar de la Península de La Guajira, es la falta de reacción o inoperancia de los comités de emergencia que durante todo el año se reúnen para planificar sobre diferentes tópicos, principalmente lo presupuestal, pero cuando llega el momento de la crisis brillan por su ausencia.
El comité para la atención de emergencias de Riohacha no ha sido oportuno con la problemática de estas poblaciones.
No tienen una idea clara de que ha pasado por la sencilla razón de que no acuden como institución y solo algunos integrantes a título personal o de su propia entidad o institución han llegado con una precariedad de asistencia humanitaria.
De acuerdo con las informaciones entregadas por uno de los organismos de socorro de La Guajira, no más de dos municipios entre los quince que componen el departamento, posee afinado su comité para la atención de las emergencias. Los demás están muy lejos de poder atender una emergencia. Pese a lo delicado de la situación, pues se está jugando es con vidas humanas, los medios de comunicación no conocen de una sola investigación de personería o Procuraduría para que no se juegue con la vida.
de sus humildes chozas por la creciente del río
El río sacó de sus casas a más de 350 familias
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Son cientos de familias, unas guajiras y otras llegadas de diferentes departamentos, las que se encuentran padeciendo por esta emergencia que les ha causado el crudo invierno que se aclimató en la península y que no la quiera abandonar pese a los ruegos y oraciones de los afectados por la inusual temporada.
Lo más crítico de la temporada se acaba de presentar en los poblados Pelechua, Puente Bomba y las Flores. Los dos primeros a unos 15 minutos de la capital Riohacha y el tercero a unos 25 minutos de la misma ciudad.
En Pelechua y Puente Bomba se encuentran afectadas 361 familias las cuales perdieron ropa y otros elementos por la inundación producida por el río Tapias, el cual cruza por la zona sur de los dos caseríos para luego pasar por debajo de la carretera Troncal del Caribe y enrumbarse al mar del mismo nombre, en donde descarga lo último de la furia que viene regando desde la Sierra nevada de Santa Marta. A su paso fortalece la ya existente miseria existente y siembra desalación por los efectos de la creciente.
La noche del viernes el Tapias no pudo permanecer en su cauce y se vino para las calles, los patios y hasta las salas y cuartos de quienes residen en estas localidades pertenecientes al municipio de Riohacha. La fragilidad de las humildes viviendas, también hizo que el agua en cuestión de minutos acabara con lo que ellos habían tenido como casa de residencia, el barro de las paredes se derrumbó como nieve al contacto con el agua y por los efectos dela fricción de la corriente. Muchas de esas casas quedaron sin paredes y otras se vinieron a tierra.
Una de esas familias es la de Teresa una mujer que trabaja en el pueblo, pero no tiene un lugar donde guarecerse pues no cuenta con familia en Pelechua ni puente bomba, la noche del domingo y lo que va corrido de la presente semana le ha tocado bajo un árbol de trupillo que se encuentra a un lado de la carretera, allí están sus pequeños hijos que pidieron a través de este medio se le hiciera un llamado al alcalde para que no permita que sigan durmiendo a la intemperie y se les conduzca a un albergue en condiciones dignas.
Como ellos, otras dos o tres familias han salido y esperan cooperación de la Alcaldía.
No hay un sitio para albergar
El coordinador de socorro de la Cruz Roja Guajira, José Zúñiga, dijo en diálogo con este medio periodístico que se presenta un grave problema y es que en estos dos pequeños pueblos no hay donde albergar y los afectados por su vinculación laboral con el entorno, no quieren salir muy lejos।
Publicada con autorización de su madre
Del barro ere...
“Ya es llevamos un poco más de ocho toneladas de alimentos, ropas y elementos de aseo desde la misma noche en la que entraron en emergencia y estamos dispuestos seguir cooperando, ya tenemos levantado un censo de 361 familias en los dos pueblos de Riohacha que suman 932 niños, también tenemos 171 familias afectadas en la población Las Flores del municipio de Dibulla, las cuales estamos atendiendo con la misma prontitud”, dijo.
Por qué se metió el río al pueblo?
Las opiniones se encuentran divididas. Mientras unos opinen que contra la fuerza de la naturaleza no hay nada posible, otros son del criterio de que no es algo diferente a las consecuencias de un mal manejo por parte de los profesionales de la ingeniería que contrataron los jarillones para el Río Tapias por orden de la empresa Daabom, una firma especializada en la siembra y la comercialización del banano, la cual ya lleva un par de años en territorio guajiro. Dicen que el agua entró pero no pudo salir porque los jarillones construidos son muy altos y el agua en busca de salida inundó el pueblo.
Habitantes de Pelechua dijeron a este redacción que desde el sábado cuentan con una autorización escrita por parte de los ejecutivos dela firma en donde se les da autorización para derribar parte del jarillon y permitir la salida del agua, con lo cual se podría estar dando la razón a una eventual error de diseño o construcción de la obra.
Unos más apegados al terreño dicen que es el problema fue desde que se descapotó la orilla del río, hasta por unos tres kilómetros de los cuales nadie dijo nada sino cuando ya la empresa había producido el hecho y solo le impusieron multas simbólicas comparadas con el daño causado.
Unos pocos afirman que es el costo por la llegada de una empresa que genera empleo y recursos para la subsistencia. Lo uno u otro, es que hoy la gente está en emergencia y hasta el día lunes únicamente se había tenido la presencia del Personero de Riohacha y La Cruz Roja. La alcaldía no estuvo y los representantes de la firma Daabom, tampoco llegaron aunque residentes indican que un pequeño helicóptero que circundó las extensiones de banano podría ser la empresa para enterarse de los daños causados solo a las plantaciones, sin que por tierra se interesaran por la suerte de sus trabajadores.
Los comités de emergencia no operan
Una de las realidades que afloran cada vez que se presentan estas emergencias en cualquier lugar de la Península de La Guajira, es la falta de reacción o inoperancia de los comités de emergencia que durante todo el año se reúnen para planificar sobre diferentes tópicos, principalmente lo presupuestal, pero cuando llega el momento de la crisis brillan por su ausencia.
El comité para la atención de emergencias de Riohacha no ha sido oportuno con la problemática de estas poblaciones.
No tienen una idea clara de que ha pasado por la sencilla razón de que no acuden como institución y solo algunos integrantes a título personal o de su propia entidad o institución han llegado con una precariedad de asistencia humanitaria.
De acuerdo con las informaciones entregadas por uno de los organismos de socorro de La Guajira, no más de dos municipios entre los quince que componen el departamento, posee afinado su comité para la atención de las emergencias. Los demás están muy lejos de poder atender una emergencia. Pese a lo delicado de la situación, pues se está jugando es con vidas humanas, los medios de comunicación no conocen de una sola investigación de personería o Procuraduría para que no se juegue con la vida.
Comentarios