Absuelto es director del DAS de La Guajira y exjefe operativo
Los funcionarios fueron procesados por concusión agravada
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Después de 20 meses de haberse iniciado un proceso penal en contra del ex director del DAS de La Guajira y su jefe Operativo, John Carlos Cuellar Gómez y Arnobio González Guzmán, el Juez Primero Penal del Circuito de Riohacha, Moisés Ávila Sierra, acaba de entregar en audiencia pública el sentido del fallo que se emitirá en unos 15 días, el cual será absolutorio, tras la acusación que le formuló la Fiscalía por el presumible delito de concusión agravada.
Como podrá recordarse, Cuellar Gómez y González Guzmán, fueron capturados por unidades del CTI de la Fiscalía General, tras un seguimiento de varias semanas por la denuncia que fue interpuesta por el comerciante William Ospino Bermúdez, quien le aseguró a los investigadores que los dos servidores públicos, hoy aún suspendido de sus funciones, habían hostigado a su compañera permanente Leivy Constanza y a él mismo, con el pretexto de no hacer efectiva la captura de esta, quien aparentemente estaba siendo solicitada en extradición por un gobierno europeo, bajo la sindicación de actividades relacionadas con el narcotráfico. Dijo que inicialmente e habían solicitado una suma de dinero, luego le aumentaron y finalmente decidió denunciarlos ante las autoridades competentes. Varias agravaciones de audio, en donde presumiblemente hablaban los denunciados, fueron aportadas al proceso, tanto por la víctima, como por los investigadores.
El proceso arrancó con grandes expectativas por parte de los sujetos procesales y los abogados de la ciudad que siempre estuvieron pendientes del desarrollo, pero ante las múltiples apelaciones, este fue perdiendo interés hasta el punto de que en la última audiencia apenas estuvo un periodista y solo familiares y amigos de la institución de los procesados.
Se esfumaron los denunciantes
Aunque la fiscal del caso, desde el principio quiso tener en estrado la presencia de las “víctimas”, a quienes también presentó como testigos para las tres últimas audiencias, estos nunca llegaron pese a que la abogado dijo que los buscaría y haciendo todos los esfuerzos posibles con amigos y familiares. Finalmente, William, ni su compañera, comparecieron a la cita.
En este proceso, en donde se habló hasta la saciedad de las pruebas de referencia que uso la fiscalía, al final se concluyó por parte de la defensa que aunque hubieran sido pruebas de referencia, con ellas solas no bastaba para condenar a los procesados, planteamiento este que fue avalado por parte del juez en su intervención final.
Las debilidades de la Fiscalía
Tras el proceso que prácticamente se encuentra concluido, se pudieron mostrar las debilidades de la Fiscalía, ente que acusó siempre a los imputados. Pese a ser un despacho del que se espera una amplia experiencia en el manejo de este tipo de procesos, puesto que se han convertido en una especie de itinerantes de grandes casos, no pudo ella, llevar ante el juez las pruebas contundentes que hubieran podido dejar por muchos años tras las rejas a los dos servidores públicos suspendidos en sus funciones.
Fue evidente y el mismo juez lo analizó en su resumen, que los elementos de juicio no los supo presentar de manera adecuada. Por ejemplo. La Fiscalía se adjudicó el derecho que no tiene a determinar y sentenciar que la voz, de quienes aparecían presionando por dinero a las víctimas eran las de Arnobio y John Carlos, siendo que para que el juez le pudiera dar validez a ese argumento, tenía que darse un juicio de un perito y este además estuviera avalado por el sistema judicial nacional. Quedó entonces en el ambiente la duda de si realmente pudieron ser los dos funcionarios hoy absueltos los responsables de los delitos denunciados y que por fallas en la presentación de las pruebas hubieran podido lograr la libertad.
“Perdí mi buen nombre y el de mi familia”
El ex director del Das John Carlos Cuellar, dijo a la hora de la presentación del sentido absolutorio del fallo, que de todos maneras en este proceso había perdido su buen nombre, él y su familia, también perdió a sus amigos y perdió la institución (DAS).
“Agradezco a Dios porque siempre estuve obrando en derecho, pese al show y el espectáculo que se armó, pero debo decir que he ganado porque en todo este tiempo me he convertido en un agricultor con buena producción de arroz en los Llanos y el Cesar, también he ganado porque el rencuentro con migo mismo y con mi familia, al tener mucho más tiempo para dedicarlos a ellos”, dijo el ex director.
Finalmente Cuellar y González, dijeron que no sabían si presentaran denuncias en contra del Estado por los perjuicios causados con su detención y eso lo definirán más adelante.
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Después de 20 meses de haberse iniciado un proceso penal en contra del ex director del DAS de La Guajira y su jefe Operativo, John Carlos Cuellar Gómez y Arnobio González Guzmán, el Juez Primero Penal del Circuito de Riohacha, Moisés Ávila Sierra, acaba de entregar en audiencia pública el sentido del fallo que se emitirá en unos 15 días, el cual será absolutorio, tras la acusación que le formuló la Fiscalía por el presumible delito de concusión agravada.
Como podrá recordarse, Cuellar Gómez y González Guzmán, fueron capturados por unidades del CTI de la Fiscalía General, tras un seguimiento de varias semanas por la denuncia que fue interpuesta por el comerciante William Ospino Bermúdez, quien le aseguró a los investigadores que los dos servidores públicos, hoy aún suspendido de sus funciones, habían hostigado a su compañera permanente Leivy Constanza y a él mismo, con el pretexto de no hacer efectiva la captura de esta, quien aparentemente estaba siendo solicitada en extradición por un gobierno europeo, bajo la sindicación de actividades relacionadas con el narcotráfico. Dijo que inicialmente e habían solicitado una suma de dinero, luego le aumentaron y finalmente decidió denunciarlos ante las autoridades competentes. Varias agravaciones de audio, en donde presumiblemente hablaban los denunciados, fueron aportadas al proceso, tanto por la víctima, como por los investigadores.
El proceso arrancó con grandes expectativas por parte de los sujetos procesales y los abogados de la ciudad que siempre estuvieron pendientes del desarrollo, pero ante las múltiples apelaciones, este fue perdiendo interés hasta el punto de que en la última audiencia apenas estuvo un periodista y solo familiares y amigos de la institución de los procesados.
Se esfumaron los denunciantes
Aunque la fiscal del caso, desde el principio quiso tener en estrado la presencia de las “víctimas”, a quienes también presentó como testigos para las tres últimas audiencias, estos nunca llegaron pese a que la abogado dijo que los buscaría y haciendo todos los esfuerzos posibles con amigos y familiares. Finalmente, William, ni su compañera, comparecieron a la cita.
En este proceso, en donde se habló hasta la saciedad de las pruebas de referencia que uso la fiscalía, al final se concluyó por parte de la defensa que aunque hubieran sido pruebas de referencia, con ellas solas no bastaba para condenar a los procesados, planteamiento este que fue avalado por parte del juez en su intervención final.
Las debilidades de la Fiscalía
Tras el proceso que prácticamente se encuentra concluido, se pudieron mostrar las debilidades de la Fiscalía, ente que acusó siempre a los imputados. Pese a ser un despacho del que se espera una amplia experiencia en el manejo de este tipo de procesos, puesto que se han convertido en una especie de itinerantes de grandes casos, no pudo ella, llevar ante el juez las pruebas contundentes que hubieran podido dejar por muchos años tras las rejas a los dos servidores públicos suspendidos en sus funciones.
Fue evidente y el mismo juez lo analizó en su resumen, que los elementos de juicio no los supo presentar de manera adecuada. Por ejemplo. La Fiscalía se adjudicó el derecho que no tiene a determinar y sentenciar que la voz, de quienes aparecían presionando por dinero a las víctimas eran las de Arnobio y John Carlos, siendo que para que el juez le pudiera dar validez a ese argumento, tenía que darse un juicio de un perito y este además estuviera avalado por el sistema judicial nacional. Quedó entonces en el ambiente la duda de si realmente pudieron ser los dos funcionarios hoy absueltos los responsables de los delitos denunciados y que por fallas en la presentación de las pruebas hubieran podido lograr la libertad.
“Perdí mi buen nombre y el de mi familia”
El ex director del Das John Carlos Cuellar, dijo a la hora de la presentación del sentido absolutorio del fallo, que de todos maneras en este proceso había perdido su buen nombre, él y su familia, también perdió a sus amigos y perdió la institución (DAS).
“Agradezco a Dios porque siempre estuve obrando en derecho, pese al show y el espectáculo que se armó, pero debo decir que he ganado porque en todo este tiempo me he convertido en un agricultor con buena producción de arroz en los Llanos y el Cesar, también he ganado porque el rencuentro con migo mismo y con mi familia, al tener mucho más tiempo para dedicarlos a ellos”, dijo el ex director.
Finalmente Cuellar y González, dijeron que no sabían si presentaran denuncias en contra del Estado por los perjuicios causados con su detención y eso lo definirán más adelante.
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