Presos de la cárcel de Riohacha piden investigar muerte de un compañero.
Cárcel de Riohacha
El hombre estuvo toda la noche pidiendo atención y murió en la madrugada
El cuerpo del hombre en la morgue de la Clínica Riohacha
El hombre había estado con complicaciones serias de salud, que le interesaban el sistema cardiovascular y otros padecimientos asociados. En el curso del día domingo estuvo pidiendo que lo trasladaran a un centro hospitalario y al parecer logró que lo atendieran, pero nuevamente fue remitido hasta el penal. Los compañeros del patio le dijeron al Defensor del Pueblo que el hombre de 64 años, estuvo suplicando en las horas de la noche que lo trasladaran al hospital. Dicen que se pegaba de la reja y grita por ayuda, pero no fue entregada de manera oportuna y cuando lo quisieron llevar en la madrugada del lunes festivo, José Luciano Balbuena Amariles, había muerto, según dictamen del médico en turno en la clínica Riohacha.
Los internos en las horas de la mañana del festivo lunes, se declararon en desobediencia civil, rechazaron alimentos, impidieron ser recontados, no hubo visitas ni las restantes actividades cotidianas.
Los presos pidieron la presencia del Defensor del Pueblo y una comisión de periodistas, no solo para denunciar lo que ellos han considerado una negligencia administrativa por parte del personal responsable, al no autorizar el traslado de su compañero de manera oportuna, pese a que se trata de un paciente de alto riesgo por las patologías que venía presentando y de las cuales la directiva y el personal médico del penal, ya estaban informados por la historia clínica que se le había elaborado.
Quieren que se le practique necropsia
Los internos han dicho a través del Defensor, que es necesaria una necropsia de la víctima, para que se determine de qué murió y todo quede claro, pues ellos consideran que existe una responsabilidad por las directivas del reclusorio.
Los internos también aprovecharon para denunciar que existe poca capacidad en la prestación de los servicios médicos por parte de la empresa Caprecom, la contratada por el INPEC en la atención de los pacientes y no siempre están contando con un médico que los atienda oportunamente como ocurrió con el señor José Luciano Balbuena, un interno que apenas tenía tres meses de estar en Riohacha y quien murió dando gritos para que se le trasladara a un hospital o clínica de la ciudad।
El hombre estuvo toda la noche pidiendo atención y murió en la madrugada
El cuerpo del hombre en la morgue de la Clínica Riohacha
El hombre había estado con complicaciones serias de salud, que le interesaban el sistema cardiovascular y otros padecimientos asociados. En el curso del día domingo estuvo pidiendo que lo trasladaran a un centro hospitalario y al parecer logró que lo atendieran, pero nuevamente fue remitido hasta el penal. Los compañeros del patio le dijeron al Defensor del Pueblo que el hombre de 64 años, estuvo suplicando en las horas de la noche que lo trasladaran al hospital. Dicen que se pegaba de la reja y grita por ayuda, pero no fue entregada de manera oportuna y cuando lo quisieron llevar en la madrugada del lunes festivo, José Luciano Balbuena Amariles, había muerto, según dictamen del médico en turno en la clínica Riohacha.
Los internos en las horas de la mañana del festivo lunes, se declararon en desobediencia civil, rechazaron alimentos, impidieron ser recontados, no hubo visitas ni las restantes actividades cotidianas.
Los presos pidieron la presencia del Defensor del Pueblo y una comisión de periodistas, no solo para denunciar lo que ellos han considerado una negligencia administrativa por parte del personal responsable, al no autorizar el traslado de su compañero de manera oportuna, pese a que se trata de un paciente de alto riesgo por las patologías que venía presentando y de las cuales la directiva y el personal médico del penal, ya estaban informados por la historia clínica que se le había elaborado.
Quieren que se le practique necropsia
Los internos han dicho a través del Defensor, que es necesaria una necropsia de la víctima, para que se determine de qué murió y todo quede claro, pues ellos consideran que existe una responsabilidad por las directivas del reclusorio.
Los internos también aprovecharon para denunciar que existe poca capacidad en la prestación de los servicios médicos por parte de la empresa Caprecom, la contratada por el INPEC en la atención de los pacientes y no siempre están contando con un médico que los atienda oportunamente como ocurrió con el señor José Luciano Balbuena, un interno que apenas tenía tres meses de estar en Riohacha y quien murió dando gritos para que se le trasladara a un hospital o clínica de la ciudad।
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