En Riohacha se proclama otro hijo de Dios
“No enseño religión ni imparto disciplina, solo entrego la palabra”
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Para mucho no pasaría de ser un drogadicto más con nebulosas mentales y hasta un poco de esquizofrenia producto de la ingesta de muchas yerbas y químicos, pero él asegura que es la Palabra, es el Verbo que mueve el mundo y después de la caída de las torres gemelas se ha presentado su despertar.
Wanerge Nieves Sarabia, como es su nombre de pilas, es un hombre adulto que ya cumplió los 41, pero quien aparenta un poco más, nació en la ciudad de Valledupar, pero lleva más de 20 años residenciado en Riohacha. Es alto de estatura y la vida la gana dibujando avisos publicitarios en todo la ciudad de Riohacha, en donde es ampliamente conocido.
Su interés por lo escrito en la biblia le viene de niño, cuando su abuela lo llevaba a congregaciones de Testigos de Jehová. Recuerda que para él, pese a la edad, era muy fácil entender lo que estaba escrito en ese libro. Pero ese grupo no era lo suyo.
Ya en la ciudad de Riohacha, perteneció por tres años a los evangélicos trinitarios en donde llegó a ser predicador de la iglesia Evanecer III, después perteneció al centro misionera Cristo Viene Pronto. “no me encontraba bien, no podía tener la biblia como un libro lleno de hojas que solo me sirviera para sacudirla y mostrarla y por eso seguí buscando explicaciones.
Fue predicador por doce años en la Pentecostal, a sus amigos le gustaba su `prédica, pero a él le faltaba algo.
Otra de sus experiencias fue Creciendo en Gracia del pastor centroamericano José Luis Miranda. Le brillan más los ojos cuando cita que entre las revelaciones divinas se contempla la frase de que “nada de lo que entra a la boca contamina al hombre, sino lo que sale de ella”. Muy probablemente con ello trata de justificar su edición a algunas drogas como la marihuana. Dice que esa yerba no es mala, la maldad está en el hombre y en lo que él haga influenciado por ella. En Esto Wanerge coincide con los indígenas de la Sierra nevada de Santa Marta, quienes han defendido contra viento y marea las virtudes de la coca, manifestando algo parecido, en el sentido de que esa coca les fue legada por su supremo espiritual, no para hacer el mal y si el hombre o los hermanos menores le han cambiado el sentido natural, ya no es culpa del arbusto.
Ya no hay pecado
Al igual que José Luís Miranda, Wanerge sostiene que no hay pecado y que Dios, con su sangre, limpió al hombre de todos los pecados cometidos y ahora es puro.
No se congrega en ningún lugar, diferente a lo que hacía antes, ahora dice que su templo es su cuerpo y cree que el cielo es su mente y la tierra es su cuerpo.
En la intimidad puede tener simultáneamente una biblia y un tabaco de marihuana o una porción de bazuco, “pero ante la gente eso es un cortocircuito” y suelta una risa que parece nerviosa.
Para él todas las escrituras fueron hechas en la tierra y por eso es que las respuestas a muchas cosas están aquí mismo en el templo que tiene cada uno en su mente y en su cuerpo. “ yo no vine a enseñar religión ni imponer dogmas, solo quiero despertar lo que tiene cada uno , porque el mundo desde el principio fue la palabra, yo recuerdo que en una ocasión me retuvieron porque estaba fumando marihuana, libremente como lo hago siempre y uno de los agentes d ela Sijín me preguntó cuál era mi iglesia a eso le respondí que era el mundo entero y su techo era todo el azul del cielo”, dice entre rosas que son secundadas por uno de sus mejores apóstoles, Miguel Pimienta, un joven que dice estar salvado por la mano y el poder del “rey”, como le dice a Wanerge, Miguel no fuma, ni consume bebidas alcohólicas. Al preguntarle si antes fumó marihuana o consumió otra droga, no me responde, desvía la vista y produce una sonrisa con la que parece que dijera sí.
No hay homosexualismo
Al preguntarle sobre uno de los más grandes tabúes a los que se enfrentan todos os grupos religiosos y poniéndole de manifiesto que ya ha dicho que él no se deshonra de nada de que haga con su cuerpo, le pregunto si acepta el homosexualismo y। Titubea un poco, pero luego retoma el ataque verbal y explica que desde el inicio de la humanidad hubo mujer, de ella venimos, no puede ser de una manera diferente, si su hermano tuviera esas prácticas nada pasaría , para él
no hay homosexualismo, explica।
De pronto Wanerge pide permiso y entra a su morada, un cambuche de dos metros por uno y medio aproximadamente, trae en la mano una especie de pipa, muy rústica hecha con un tubo plástico de lapicero y empieza a explicar atropelladamente que la droga no le hace daño, porque el no la consume para que le haga daño, sino que tiene el poder para asimilarla. Y recuerda que en uno de sus trabajos una joven quedó extrañada de que si él consumía drogas tan fuertes, como conservaba sus neuronas, si ellas eran las primeras que arrasa la droga? Y como era posible que hiciera planteamientos tan contextualizados?.El explica que eso se debe a que él es la palabra y es la verdad.
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Para mucho no pasaría de ser un drogadicto más con nebulosas mentales y hasta un poco de esquizofrenia producto de la ingesta de muchas yerbas y químicos, pero él asegura que es la Palabra, es el Verbo que mueve el mundo y después de la caída de las torres gemelas se ha presentado su despertar.
Wanerge Nieves Sarabia, como es su nombre de pilas, es un hombre adulto que ya cumplió los 41, pero quien aparenta un poco más, nació en la ciudad de Valledupar, pero lleva más de 20 años residenciado en Riohacha. Es alto de estatura y la vida la gana dibujando avisos publicitarios en todo la ciudad de Riohacha, en donde es ampliamente conocido.
Su interés por lo escrito en la biblia le viene de niño, cuando su abuela lo llevaba a congregaciones de Testigos de Jehová. Recuerda que para él, pese a la edad, era muy fácil entender lo que estaba escrito en ese libro. Pero ese grupo no era lo suyo.
Ya en la ciudad de Riohacha, perteneció por tres años a los evangélicos trinitarios en donde llegó a ser predicador de la iglesia Evanecer III, después perteneció al centro misionera Cristo Viene Pronto. “no me encontraba bien, no podía tener la biblia como un libro lleno de hojas que solo me sirviera para sacudirla y mostrarla y por eso seguí buscando explicaciones.
Fue predicador por doce años en la Pentecostal, a sus amigos le gustaba su `prédica, pero a él le faltaba algo.
Otra de sus experiencias fue Creciendo en Gracia del pastor centroamericano José Luis Miranda. Le brillan más los ojos cuando cita que entre las revelaciones divinas se contempla la frase de que “nada de lo que entra a la boca contamina al hombre, sino lo que sale de ella”. Muy probablemente con ello trata de justificar su edición a algunas drogas como la marihuana. Dice que esa yerba no es mala, la maldad está en el hombre y en lo que él haga influenciado por ella. En Esto Wanerge coincide con los indígenas de la Sierra nevada de Santa Marta, quienes han defendido contra viento y marea las virtudes de la coca, manifestando algo parecido, en el sentido de que esa coca les fue legada por su supremo espiritual, no para hacer el mal y si el hombre o los hermanos menores le han cambiado el sentido natural, ya no es culpa del arbusto.
Ya no hay pecado
Al igual que José Luís Miranda, Wanerge sostiene que no hay pecado y que Dios, con su sangre, limpió al hombre de todos los pecados cometidos y ahora es puro.
No se congrega en ningún lugar, diferente a lo que hacía antes, ahora dice que su templo es su cuerpo y cree que el cielo es su mente y la tierra es su cuerpo.
En la intimidad puede tener simultáneamente una biblia y un tabaco de marihuana o una porción de bazuco, “pero ante la gente eso es un cortocircuito” y suelta una risa que parece nerviosa.
Para él todas las escrituras fueron hechas en la tierra y por eso es que las respuestas a muchas cosas están aquí mismo en el templo que tiene cada uno en su mente y en su cuerpo. “ yo no vine a enseñar religión ni imponer dogmas, solo quiero despertar lo que tiene cada uno , porque el mundo desde el principio fue la palabra, yo recuerdo que en una ocasión me retuvieron porque estaba fumando marihuana, libremente como lo hago siempre y uno de los agentes d ela Sijín me preguntó cuál era mi iglesia a eso le respondí que era el mundo entero y su techo era todo el azul del cielo”, dice entre rosas que son secundadas por uno de sus mejores apóstoles, Miguel Pimienta, un joven que dice estar salvado por la mano y el poder del “rey”, como le dice a Wanerge, Miguel no fuma, ni consume bebidas alcohólicas. Al preguntarle si antes fumó marihuana o consumió otra droga, no me responde, desvía la vista y produce una sonrisa con la que parece que dijera sí.
No hay homosexualismo
Al preguntarle sobre uno de los más grandes tabúes a los que se enfrentan todos os grupos religiosos y poniéndole de manifiesto que ya ha dicho que él no se deshonra de nada de que haga con su cuerpo, le pregunto si acepta el homosexualismo y। Titubea un poco, pero luego retoma el ataque verbal y explica que desde el inicio de la humanidad hubo mujer, de ella venimos, no puede ser de una manera diferente, si su hermano tuviera esas prácticas nada pasaría , para él
no hay homosexualismo, explica।
De pronto Wanerge pide permiso y entra a su morada, un cambuche de dos metros por uno y medio aproximadamente, trae en la mano una especie de pipa, muy rústica hecha con un tubo plástico de lapicero y empieza a explicar atropelladamente que la droga no le hace daño, porque el no la consume para que le haga daño, sino que tiene el poder para asimilarla. Y recuerda que en uno de sus trabajos una joven quedó extrañada de que si él consumía drogas tan fuertes, como conservaba sus neuronas, si ellas eran las primeras que arrasa la droga? Y como era posible que hiciera planteamientos tan contextualizados?.El explica que eso se debe a que él es la palabra y es la verdad.
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