La guerra contra el ántrax no se ha ganado
Solo hay resultados de laboratorio de dos animales
Por: Francisco De La Hoz Sarmiento
Todas las instituciones que tienen que ver con la salud tanto humana como animal han llegado a La Guajira y están trabajando para lograr el control o para terminar con la enfermedad del ántrax, pero la batalla no se ha ganado pese a los esfuerzos económicos y humanos.
La pasada semana fue ofrecida una rueda de prensa por el Ica, la cual contó con la presencia de uno de los epidemiólogos animales de la entidad y con los representantes de la Red Ovino Caprina de La Guaira, al igual que los representantes de la Fundación Alpina, que también está trabajando en el departamento.
Algo que es reiterativo en cada una de estas reuniones, los aseveraciones de los funcionarios, en el sentido de que el ántrax, se encuentra en todo el mundo y La Guajira no es la excepción y que ellos trabajan en el control de la bacteria.
Sigue la vigilancia en Manaure
De acuerdo con la información suministrada por el director del Ica Guajira, Germán Sánchez, la vigilancia en las rancherías Pareska I y II, al igual que Paneraka, de Manaure, ha seguido con toda la rigurosidad para evitar que la bacteria continúe esparciéndose. También hay vigilancia en Los Cerritos, Buenavista y Sabanalarga, en el municipio de Riohacha, zonas en las que se encontraron algunos casos compatibles con ántrax.
Cuatro días para una prueba de laboratorio
Aunque en el diálogo directo de los periodistas con los nativos wayuu, estos afirman que en sus rancherías han muerto cientos y cientos de animales de manera súbita, en el Ica no se tiene un registro de cuantos animales, chivos, ovejos, caballos o burros han muerto con sintomatología compatible. “Hay que entender que muchos nativos en procura de hacerse a una oportuna y mayor atención elevan un poco el número de animales fallecidos. Confirmado científicamente, es decir a través de laboratorio, solo se tienen dos casos de animales con ántrax. Esto podría ser por la falta de operatividad de los funcionarios delegados para hacerle seguimiento al mal o porque las pruebas no han sido remitidas al único laboratorio que se encuentra habilitado y autorizado o sea el del Ica en la ciudad de Bogotá. Aquí en Riohacha, el director del Ica afirma que no han tenido muchas oportunidades para tomar muestras el animal enfermo y cuando llegan alas rancherías los animales que murieron súbitamente ya han sido quemados y enterrados y así esas muestras no sirven para el laboratorio, afirma Sánchez.
Entre tanto, el epidemiólogo Alfonso Araujo Baute, indica que el proceso desde la entrega de la muestra al laboratorio hasta el diagnóstico, lleva unos cuatro días porque hay que hacer ‘cultivos’. Pero a juicio de los nativos, no se ha querido llevar todas las muestras de animales, ni de seres humanos, porque, aunque en Colombia no fuera nada, a nivel mundial la alarma habría hecho salir hasta a ministros del ramo.
Nadie sabe con cuanto se está trabajando
En estos casos en donde hay declaratorias de emergencia de por medio, al final nadie sabe con cuanto se está trabajando, cuando se ha invertido, y cuanto fue la inversión final. Es producto de la anarquía con la que se manejan estos casos.
Lo único claro en el momento es que el Ica destinó $58 millones para atender la emergencia, lo cual, como se puede deducir, es una cifra muy pequeña para semejante mal que corre de ranchería en ranchería. La inversión fuerte es la que hacen los municipios como Manaure y Riohacha, principalmente, pues allí se ha detectado la batería, pero ninguno de los municipios guajiros está exento. No hay un ente al cual llegue, no necesariamente los recursos o dinero, sino la información real o verificable, para saber con cuanto se cuenta o se contó para cumplir con el plan.
Sobre el Comité de Ganaderos de Maicao, entidad con la que se contrató la operatividad de la vacunación, si estuvo en la rueda de prensa de la pasada semana uno de sus delegados, pero no fue invitado a la numerosa mesa de honor, ni a tomar la palabra, pese a la importancia del gremio por el trabajo que tiene encomendado.
La pasada semana fue ofrecida una rueda de prensa por el Ica, la cual contó con la presencia de uno de los epidemiólogos animales de la entidad y con los representantes de la Red Ovino Caprina de La Guaira, al igual que los representantes de la Fundación Alpina, que también está trabajando en el departamento.
Algo que es reiterativo en cada una de estas reuniones, los aseveraciones de los funcionarios, en el sentido de que el ántrax, se encuentra en todo el mundo y La Guajira no es la excepción y que ellos trabajan en el control de la bacteria.
Sigue la vigilancia en Manaure
De acuerdo con la información suministrada por el director del Ica Guajira, Germán Sánchez, la vigilancia en las rancherías Pareska I y II, al igual que Paneraka, de Manaure, ha seguido con toda la rigurosidad para evitar que la bacteria continúe esparciéndose. También hay vigilancia en Los Cerritos, Buenavista y Sabanalarga, en el municipio de Riohacha, zonas en las que se encontraron algunos casos compatibles con ántrax.
Cuatro días para una prueba de laboratorio
Aunque en el diálogo directo de los periodistas con los nativos wayuu, estos afirman que en sus rancherías han muerto cientos y cientos de animales de manera súbita, en el Ica no se tiene un registro de cuantos animales, chivos, ovejos, caballos o burros han muerto con sintomatología compatible. “Hay que entender que muchos nativos en procura de hacerse a una oportuna y mayor atención elevan un poco el número de animales fallecidos. Confirmado científicamente, es decir a través de laboratorio, solo se tienen dos casos de animales con ántrax. Esto podría ser por la falta de operatividad de los funcionarios delegados para hacerle seguimiento al mal o porque las pruebas no han sido remitidas al único laboratorio que se encuentra habilitado y autorizado o sea el del Ica en la ciudad de Bogotá. Aquí en Riohacha, el director del Ica afirma que no han tenido muchas oportunidades para tomar muestras el animal enfermo y cuando llegan alas rancherías los animales que murieron súbitamente ya han sido quemados y enterrados y así esas muestras no sirven para el laboratorio, afirma Sánchez.
Entre tanto, el epidemiólogo Alfonso Araujo Baute, indica que el proceso desde la entrega de la muestra al laboratorio hasta el diagnóstico, lleva unos cuatro días porque hay que hacer ‘cultivos’. Pero a juicio de los nativos, no se ha querido llevar todas las muestras de animales, ni de seres humanos, porque, aunque en Colombia no fuera nada, a nivel mundial la alarma habría hecho salir hasta a ministros del ramo.
Nadie sabe con cuanto se está trabajando
En estos casos en donde hay declaratorias de emergencia de por medio, al final nadie sabe con cuanto se está trabajando, cuando se ha invertido, y cuanto fue la inversión final. Es producto de la anarquía con la que se manejan estos casos.
Lo único claro en el momento es que el Ica destinó $58 millones para atender la emergencia, lo cual, como se puede deducir, es una cifra muy pequeña para semejante mal que corre de ranchería en ranchería. La inversión fuerte es la que hacen los municipios como Manaure y Riohacha, principalmente, pues allí se ha detectado la batería, pero ninguno de los municipios guajiros está exento. No hay un ente al cual llegue, no necesariamente los recursos o dinero, sino la información real o verificable, para saber con cuanto se cuenta o se contó para cumplir con el plan.
Sobre el Comité de Ganaderos de Maicao, entidad con la que se contrató la operatividad de la vacunación, si estuvo en la rueda de prensa de la pasada semana uno de sus delegados, pero no fue invitado a la numerosa mesa de honor, ni a tomar la palabra, pese a la importancia del gremio por el trabajo que tiene encomendado.
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